El paso de los años es uno de los peores enemigos de nuestra piel. A medida que la edad aumenta, se ralentiza la producción de importantes proteínas que mantienen la piel firme y flexible.
Si estás preocupado/a porque empiezas a tener signos visibles en la piel causados por los años y estás cansado/a de utilizar cremas que no dan resultados, quizás es el momento de plantearte buscar otro tipo de soluciones como, por ejemplo, la radiofrecuencia facial. Un revolucionario tratamiento de estiramiento de la piel, que puede tratar y corregir la laxitud de la piel de la cara relacionada con la edad.
¿Con qué frecuencia se puede recurrir a la radiofrecuencia facial?
En general, se establece un plazo entre sesiones de tres a cuatro semanas al comienzo del tratamiento de radiofrecuencia facial aunque esto depende de las necesidades de cada persona.
Los tratamientos estéticos basados en la luz tienen la ventaja de que la frecuencia del tratamiento es altamente personalizable según las necesidades y objetivos de cada piel. En la práctica, esto significa que pueden establecerse cuántos tratamientos sean necesarios y con la frecuencia adecuada para obtener los mayores beneficios en cada usuario.
Por ejemplo, las personas que tienen una laxitud cutánea leve o moderada pueden espaciar más las sesiones, incluso por encima del mes entre cada una, mientras que las que tienen una laxitud cutánea grave necesitarán tratamientos más seguidos para obtener el máximo efecto del tratamiento.
¿Cómo funciona la radiofrecuencia facial?
La radiofrecuencia es un tipo de tratamiento basado en la energía que utiliza una combinación de luz y energía térmica para calentar los tejidos bajo la epidermis y favorecer su regeneración natural. En concreto, la energía térmica utilizada en los tratamientos de radiofrecuencia estimula el flujo sanguíneo bajo la superficie de la piel, lo que a su vez estimula las capas subdérmicas para aumentar la producción de colágeno y elastina.
Se trata de un tratamiento no invasivo que se realiza con un equipo de radiofrecuencia facial especializado como NuEra Tight. Durante el tratamiento, el dispositivo se mueve sobre la piel mientras la energía térmica se hunde en las capas subdérmicas de la piel y pone en marcha la respuesta regenerativa natural del organismo. El hecho de que este tratamiento no sea quirúrgico ni doloroso es una de las muchas razones por las que la radiofrecuencia es tan demandada en las clínicas estéticas de todo el país.
¿Cuántos tratamientos se necesitan?
El número de tratamientos que necesitará depende totalmente de la gravedad de los problemas cutáneos del paciente. En términos generales, la mayoría de las personas necesitarán al menos de tres a cinco sesiones de tratamiento para lograr los resultados ideales. Sin embargo, si se tiene una laxitud cutánea leve y se responde favorablemente al tratamiento, es posible que sólo sean necesarias de dos a tres citas.
¿Es necesario someterse a sesiones de mantenimiento?
Sí, hablamos de un tratamiento que necesita de sesiones cada tres o cuatro meses para mantener los resultados, aunque, tal y como sucede cuando se inicia el tratamiento, esto dependerá de cada persona en gran medida.
Mantener más o menos tiempo los resultados del tratamiento depende varios factores pero también de una toma de conciencia por parte del usuario. Por ejemplo, el uso de una protección solar adecuada reduce el riesgo de que los rayos UV provoquen un envejecimiento prematuro de la piel, por lo que es importante que quienes se sometan a radiofrecuencia facial utilicen un SPF 30 o superior durante el día.
Mantener los resultados también puede depender del tipo de productos de cuidado de la piel que se utilicen. Los sueros e hidratantes ricos en colágeno, por ejemplo, pueden fomentar una mayor producción de colágeno en la superficie de la piel, lo que puede ayudar a mantener una mayor tasa de producción de colágeno en las capas subdérmicas de la piel. El uso de productos como Retinol, AHA y BHA, y otros activos de la piel también puede ayudar a prevenir el envejecimiento de la piel entre las citas.