Después del tercer cumpleaños de su hijo, estos padres decidieron que iban a hacer algo especial para regalarle en su cuarto cumpleaños… y vaya si lo lograron.
Hoy en día los chicos quieren tener una consola de videojuegos pero seguro que a todos le encantaría tener en su propio cuarto una habitación secreta.
Obvio que una casa normal no se puede permitir estos lujos. Casi nadie tiene un espacio para almacenar cosas que esté al lado de una habitación. Pero ya sabemos cómo son las casas americanas… Sarah y su esposo sí disponían de ese espacio adjunto a la habitación de su hijo y crearon un lugar maravilloso para jugar, aprender y relajarse.
Mira cómo lo hicieron.
Parece una habitación normal, pero si movemos el aparador parece que hay una pequeña puerta secreta camuflada 🙂
El hijo de la pareja no sabía que existía dicho espacio.
En principio no parecía un lugar muy confortable.
Estaba completamente vacío y lleno de grietas y agujeros.
Lo arreglaron por completo y ese espacio ya parecía un poco más acogedor.
Luego empezaron a decorarlo. Que no falte un gran mapa mundi para que el niño se entretenga buscando países y de paso aprenda.
Una pequeña mesa con sus dos sillas eran el complemento ideal para esta nueva habitación secreta.
El resultado final es envidiable. Un niño afortunado por tener a unos padres tan creativos.
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