Las personas que han sufrido grandes quemaduras quedan con graves cicatrices de por vida, además de sufrir un gran trauma emocional.
Sin embargo, existe una asombrosa manera de tatuar dichas cicatrices que aporta un gran apoyo emocional a aquellas personas que han sufrido grandes quemaduras.
En el siguiente vídeo, Samira Omar retira el velo que cubre su cabeza para revelar las cicatrices de quemaduras que se arremolinan junto a su cara y cuello. Sus manos también están salpicadas de trozos de piel descolorida.
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La joven de 17 años dice que fue víctima de una agresión horrible en agosto. Cuenta que cuatro compañeros de clase que ella pensaba que eran sus amigos, la golpearon y luego la rociaron con agua hirviendo.
«Recuerdo que me miré en el espejo cuando estaba llamando para pedir ayuda y pude ver mi piel completamente colgando. Sentía como si hubiera estado en el infierno y hubiera regresado«.
Ella pensó que iba a estar marcada de por vida. Sin emargo, Omar se enteró de una especialista en tatuaje paramédico llamada Basma Hameed. Samira no tenía muchas esperanzas porque ya se había llevado otras decepciones cuando consultó a otros especialistas.
«Solo entraré ahí y habrá otro cirujano plástico o dermatólogo diciendo ‘oh, no vas a conseguir que tu piel recupere el color perdido».
Sin embargo, Hameed le dijo a Samira que podría restaurar su color de piel natural. Al inspeccionar las cicatrices, dijo: «Nos aseguraremos de que cubrimos todas estas áreas. Pero vamos a tomar una serie de tratamientos.»
El resultado es el que habéis visto en el vídeo.