Las personas con movilidad reducida sufren serias dificultades de accesibilidad cada vez que se encuentran con una escalera, teniendo que solicitar ayuda para poder subir o bajar las escaleras y, en muchos casos, no teniendo la oportunidad de acceder a una segunda planta, lo que es habitual en aquellas personas que utilizan sillas de ruedas para moverse en el día a día.
Cuando pensamos en posibles soluciones, el ascensor es la principal solución para mejorar la accesibilidad en lugares con varias plantas que cuenten con escaleras, que está presente en la gran mayoría de edificios públicos y privados.
Pero, ¿qué ocurre cuando no es posible instalar un ascensor? No hay que olvidar que la instalación de un ascensor requiere de obras y de una importante inversión económica que no siempre se puede realizar.
Conscientes de ello, en este post te traemos tres excelentes alternativas al ascensor para subir y bajar escaleras, que resultan muy eficaces, fáciles de instalar, seguras y, sobre todo, mucho más económicas.
Sillas salvaescaleras
También conocidas como sillas elevadoras, las sillas salvaescaleras son una solución cada vez más habitual en edificios públicos y privados con escaleras, que resulta muy eficaz para aquellas personas con limitaciones de movilidad que tienen serias dificultades al tratar de acceder a una segunda planta.
Se trata de sillas que cuentan con un sistema mecanizado que va anclado a la pared o a los peldaños, preparadas para subir y bajar a las personas con movilidad reducida, que podrán permanecer sentadas y no tendrán que realizar ningún esfuerzo, lo que se traduce en una mayor comodidad y, sobre todo, seguridad, ya que no existe ningún riesgo de que puedan sufrir un golpe o una caída.
Las salvaescaleras utilizan un sistema de guías que permiten que la silla realice el recorrido de las escaleras mientras transportan a una persona. Además, son aptas para todo tipo de escaleras, ya que hay modelos diseñados tanto para escaleras rectas como para escaleras que cuenten con alguna curva o rellano a lo largo del recorrido.
Así mismo, también hay sillas elevadoras para escaleras de interior y de exterior, estas últimas totalmente preparadas para instalarse a la intemperie, fabricadas con materiales totalmente resistentes a la lluvia, el frío, la humedad, el calor o los rayos del sol.
Muy fáciles de usar, para hacer uso de las salvaescaleras tan solo hay que pulsar el botón de activación, que normalmente suele encontrarse en uno de los dos reposabrazos, lo que permite que puedan utilizarse sin ningún tipo de ayuda.
Plataformas salvaescaleras
Una alternativa a las sillas elevadoras son las plataformas salvaescaleras, cuya principal característica es que se pueden utilizar sin necesidad de bajarse de la silla de ruedas, de ahí que sean la opción más habitual en edificios públicos, ofreciendo una total autonomía.
Están especialmente diseñadas para instalar en la entrada de los edificios, tanto públicos como privados, así como para aumentar la accesibilidad en cualquier tipo de establecimiento.
Parecido a las sillas, una plataforma que funciona con un guía anclada en la escalera, un sistema puede realizar el desplazamiento de la persona junto con la silla de ruedas con comodidad y seguridad.
Este tipo de plataformas están pensadas para garantizar que el lugar en el que estén instaladas sea totalmente accesible para cualquier usuario, independientemente de su limitación de movilidad.
Además, las plataformas salvaescaleras están equipadas con los más avanzados sistemas de seguridad para reducir cualquier mínimo riesgo de sufrir una caída.
Elevadores verticales de corto recorrido
La tercera alternativa son los elevadores verticales de corto recorrido, diseñados para superar desniveles de hasta 3 metros de altura, lo que hace que sean una excelente solución para transportar personas con movilidad reducida.
Altamente resistentes, los elevadores de corto recorrido son una alternativa muy utilizada por personas que utilizan sillas de ruedas para desplazarse, que cada vez tiene una mayor presencia en comunidades de propietarios que cuentan con escaleras y desniveles en la entrada.
Los elevadores verticales pueden utilizarse por cualquier tipo de persona, independientemente de que tenga movilidad reducida o no, y ofrecen un sinfín de posibilidades de uso, ya que pueden utilizarse para subir y bajar en silla de ruedas, con el cochecito de bebé o con el carro de la compra, lo que será una gran ventaja para aquellas personas de avanzada edad que tengan dificultades para llevar el carro por las escaleras.Estas tres soluciones cada vez están más presentes en todo tipo de espacios, destacando principalmente por ser alternativas al ascensor más sencillas y económicas, que pueden instalarse fácilmente sin necesidad de realizar obras y que apenas necesitan mantenimiento.