Aunque no llegará hasta dentro de unos meses, los estudiantes de Bachillerato ya saben que su prueba de fuego para este curso será, como no puede ser de otra forma, la temida selectividad.
Aunque la base para aprobar los exámenes que componen la selectividad (o EBAU como se le conoce ahora) se toma durante todo el curso y con un poco de ayuda extra de una academia para preparar selectividad, si es necesario, será más que suficiente para poder aprobar, no está de más tener en cuenta una serie de consejos para hacer más llevadero el proceso de preparación y estudio.
Hemos de tener en cuenta que el aprendizaje es un proceso en el que podemos encontrarnos numerosas dificultades, obstáculos y sorpresas, por lo que saber manejar las situaciones complicadas hará que puedan solventarse con mayor facilidad y rapidez.
Los siguientes consejos te servirán para preparar la selectividad, pero también si estás inmerso en otros procesos similares como puede ser la selectividad UNED (PCE) o incluso algún proceso de oposición.
Evitar la presión
Uno de los principales consejos que podemos darte es el de aprender a manejar la presión. Autopresionarte o dejar que factores externos, como la familia o amigos, lo hagan es completamente contraproducente porque hará que aumentes tus nervios y el riesgo de sufrir algún tipo de bloqueo.
En cambio, mantener la cabeza fría, despejada y tranquila supondrá un refuerzo positivo a tus aspiraciones por aprobar. Sabemos que decirlo es fácil y quizás no tanto conseguirlo, pero debes esforzarte por mantenerte al margen de la presión.
Afrontar los días previos
Durante el mes anterior a la fecha en los que los exámenes tengan lugar, los nervios empiezan a reproducirse. También es cuando empiezan a aflorar ciertas dudas y el miedo a los conceptos que no dominamos se hace más presente.
Por eso hay que llegar a estos días previos con el temario dominado lo mejor posible, y aprovechar el último mes para repasar y centrarte en los conceptos que te resulten más difíciles. Es tiempo también para preguntar a tus profesores o en la academia por aquello que todavía no controles al 100% y tratar de afianzar esos conocimientos.
Hacer resúmenes a lo largo del curso, con esquemas y guías conceptuales te servirá enormemente para estos días finales, por lo que es una tarea que no debes olvidar.
Cuídate mental y físicamente
Estar fresco y con energía es fundamental para afrontar con garantías la selectividad. De nada servirá haberte preparado durante todo un año si llegas a los exámenes agotado tanto física como mentalmente.
Intenta descansar y dormir bien. Aunque para muchas personas, los nervios lo puedan poner difícil, una buena rutina de sueño y descanso con, al menos 8 horas de sueño, es la mejor forma de tener la mente relajada y preparada para dar el máximo en los exámenes.
No olvides alimentarte correctamente. Es importante tener, durante los días de selectividad y las jornadas previas, una alimentación saludable. Recuerda que los nervios atacan al estómago y nada mejor para combatirlo que una dieta variada y rica en frutas y verduras.
Relájate todo lo posible. Te vendrá bien hacer ciertos ejercicios de relajación y meditación. Hacer unos minutos diarios de yoga puede ser una buena terapia, por muy poco útil que pueda parecerte.
Preparar con tiempo todo lo necesario
Recuerda tener preparado con suficiente antelación todo el material que necesitarás durante los exámenes. Revisa que la calculadora funcione correctamente, ponle pilas nuevas. Prepara bolígrafos, lápices, herramientas de dibujo… y comprueba que todo esté en orden.
Estos son pequeños detalles que pueden realizarse en minutos pero que si los dejas para el último día, pueden jugarte una mala pasada cuando los nervios aparezcan, arriesgándote a que todo se descontrole más de lo debido.
Y ya por último, desearte mucha suerte. No la necesitarás porque tendrás todo lo necesario para superar esta prueba, pero tampoco te vendrá mal tenerla.