¿Has escuchado hablar anteriormente sobre los cigarrillos electrónicos? Básicamente, son toda una alternativa a los clásicos cigarrillos que, en un principio, fueron populares entre todos aquellos que buscaban la forma de dejar el tabaco.
Los cigarrillos electrónicos o, e-cigarettes, han venido tomando fuerza, tal como lo indica Vapeototal. Un fenómeno que incluso ha tomado notoriedad entre los “no fumadores”, ya que la consideran como una opción mucho más segura, aunque en realidad está lejos de ello, solo que resultan ser un poco menos nocivos en comparación con la opción tradicional.
Sin embargo, si aún así eres adepto a esta nueva alternativa, a continuación, te presentaremos algunos datos curiosos que deberías saber sobre los cigarrillos electrónicos. Vamos a ello.
El fuego no es necesario para encender los cigarrillos electrónicos
Los e-cigarettes, a diferencia de los cigarrillos normales, no requieren fuego ni objetos adicionales para ser encendidos. Para que estos estén operativos, requieren una batería de litio, mismo que genera el calor necesario para lograr vaporizar el líquido. Ya que estos dispositivos no queman tabaco, no generan olores molestos, humo ni dióxido de carbono, las personas solamente van a inhalar vapor.
La nicotina se encuentra presente
Si bien los cigarrillos electrónicos no utilizan tabaco, la nicotina en estado líquido sí se encuentra presente, siendo incluso combinada con diferentes sabores para proporcionar un gusto más agradable. Dependiendo de la clase de cartucho, la concentración de nicotina puede llegar a ser baja o mucho mayor a la que podría tener en su composición un cigarrillo común. En cualquiera de los casos, también son ofertados en el mercado los cartuchos libres de nicotina y de diversos sabores.
Potencial de toxicidad
No todo lo que brilla es oro. Los cigarrillos electrónicos sí tienen un cierto grado de toxicidad en su composición, ya que contienen nicotina líquida en ella. Esta es peligrosa, ya sea que se inhale, se beba o si está en contacto con la piel. Además, el metal que se encuentra presente en la composición de estos dispositivos podría llegar a liberar ciertas sustancias cancerígenas.
Son reutilizables
Quien posea un cigarrillo electrónico lo puede utilizar en varias ocasiones, incluso con cartuchos diferentes, puesto que sus baterías son recargables, conectándose directamente a la toma de corriente a través de vía USB. Lo más importante es que se mantenga en buen estado, limpiándose luego de que sean utilizados.
No hay controles de calidad sobre los cartuchos
Existe en el mercado una gran variedad de cartuchos para cigarrillos electrónicos, con múltiples sabores y diversos grados de concentración de nicotina, aunque es bastante complicado saber si el que se tiene es de calidad o estamos expuestos a algún peligro a primera vista. No hay regulación alguna relacionada con estos cigarrillos y, por ende, no pasan por ninguna gestión de inspección.
Es más económico
El simple hecho de que se cataloguen como un “gadget”, no hace que estos equipos resulten más costosos. Los cigarrillos electrónicos sí que podrían hacer que sus usuarios lleguen a ahorrar algo de dinero a largo plazo.
Todo aquel que fuma una caja de cigarros a diario termina gastando poco más de 800 euros por año con este hábito. Mientras que, con un kit de cigarrillos electrónicos, en conjunto con los cartuchos que necesitaría para fumar la misma cantidad, le tendría un coste anual estimado de 400 euros.
El daño a los pulmones
A pesar de presentarse como una alternativa un poco más saludable, los cigarrillos electrónicos de igual forma presentan un efecto negativo sobre los pulmones. Todas las personas que utilizan los cigarrillos electrónicos observan cómo su capacidad pulmonar disminuye, así como la resistencia de sus vías respiratorias y hasta ciertas modificaciones a escala celular. Además, este daño también termina extendiéndose a todos aquellos quienes hacen uso de los cartuchos libres de nicotina.
Su permiso en zonas libres de tabaco
Como no existe una regulación concreta, los cigarrillos electrónicos no van a cargar con las mismas prohibiciones que presentan los cigarrillos comunes, por lo que se pueden utilizar en ciertas zonas donde no se permite fumar. En cualquier caso, ya comienzan a presentarse las primeras regulaciones al respecto, logrando reducir su uso en algunos espacios.
El vapor emitido y las personas alrededor
De igual forma que los cigarrillos habituales, los cigarrillos electrónicos también generan daños sobre los no fumadores. El vapor que liberan estos cigarrillos electrónicos igual presenta una cantidad mínima de nicotina, no tanto como el humo de los cigarrillos normal, pero sí igual de dañino. Un efecto que entra en mayor gravedad cuando se evalúa a largo plazo.