Josiah Viera tiene un trastorno genético poco común, pero vivió su sueño de jugar béisbol.
Mide solo 27 centímetros y pesa solo seis kilos (según esta fuente). Su enfermedad se llama progeria, la cual le hace envejecer muy rápidamente. Soñaba con jugar en un equipo de béisbol de su ciudad natal.
Con seis años vio cumplido su deseo. Se enfundó su casco de beisbol, agarró su bate y salió a la cancha en medio de vítores y aplausos.
Puso su postura favorita para batear e incluso imitó a los jugadores de beisbol profesionales escupiendo en sus manos. Aquí tienes el mágico momento en el que el sueño de un niño con una grave enfermedad se vio cumplido:
Josiah es un nombre bíblico hebreo, que significa «Dios ha sanado». Nació el 25 de mayo de 2004, y pesó 2,5 kilos. Los médicos emitieron un certificado de buena salud. Sin embargo, dos meses más tarde, la madre de Josiah, Jennifer Viera se dio cuenta de que algo iba mal.
«No cogía peso», dijo su madre. Fue entonces cuando el pediatra dijo:«Creo que tenemos que enviarle a un especialista».
La mayor parte de su primer año, la pasó dentro y fuera del hospital con infecciones y enfermedades. Después de su primer cumpleaños, en el hospital, un dermatólogo le dio un diagnóstico definitivo: Síndrome de Progeria de Hutchinson-Gilford.
La progeria es una rara enfermedad genética que provoca el envejecimiento acelerado en los niños. Su nombre, de origen griego, significa «prematuramente viejo.»
Según los médicos, las posibilidades de que un niño nazca con progeria son de una entre cuatro millones. Hay alrededor de 50 niños en todo el mundo que tienen la enfermedad. La esperanza de vida de un niño con progeria es de entre ocho y 13 años.
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